El mundo de la Odontología actual se encuentra en una fase de cambio con la llegada de la integración digital en las clínicas dentales y los laboratorios. Este cambio de paradigma profesional que estamos viviendo supone una transformación tanto en los medios como en las técnicas de la Odontología que conocemos.
Este “salto digital” puede generarnos dudas e incertidumbres, como cualquier cambio que nos podemos encontrar en la vida cotidiana. La primera y gran duda que nos suele surgir a la mayoría de los clínicos y profesionales dentales es si este método que llega es mejor o peor que lo que actualmente venimos realizando en nuestro día a día.
Cuando hablamos de “salto digital” se debe siempre partir de una premisa: no existe mejor ni peor, tan solo existen diferentes caminos para llegar a un mismo destino. La llegada del flujo digital no implica que las técnicas y los métodos que veníamos empleando estén mal, tan solo que ahora disponemos de nuevos caminos para realizar las mismas tareas pero de una manera diferente, ni mejor ni peor, tan solo distinta.
Esto mismo ocurre en el campo de la cirugía guiada, veníamos de unos métodos que nos permitían abordar casos de diferente índole y complejidad, y que gracias a las herramientas de que disponíamos podíamos resolverlos. Pero cuando entramos a analizar en profundidad la cirugía guiada y realizamos revisiones bibliográficas al respecto, nos podemos dar cuenta de que no es una técnica susceptible de poder ser analizada ni comparada a lo largo de su línea temporal. Y esto se debe sobre todo a los medios técnicos y tecnológicos. Los primeros artículos que describen técnicas y protocolos de cirugía guiada datan de 1993. Si comparamos los medios técnicos e informáticos de que disponíamos entonces con los medios actuales, nos damos cuenta de que el salto tecnológico es tan grande que la técnica empleada en aquellos años no tiene nada que ver con las férulas y las planificaciones con las que podemos trabajar actualmente. Por ello sería ilógico realizar comparativas o evaluar el éxito o el fracaso de la técnica basándonos en su línea temporal bibliográfica o realizando revisiones en las que empleamos datos antiguos y nuevos mezclados.
Fuente: Maxillaris