En los últimos años, ha aumentado el número de pacientes que acude a clínicas dentales con el objetivo de mejorar su salud bucal desde un punto de vista estético y funcional. Asimismo, la prevalencia de enfermedades como la gingivitis o la periodontitis ha puesto de manifiesto la importancia de que los profesionales cuenten con una buena formación en Periodoncia y Cirugía Mucogingival. Por ello, resulta fundamental que conozcas el perfil que debe tener un odontólogo especializado en esta rama de la profesión.

Las enfermedades gingivales y periodontales están catalogadas entre las afecciones más comunes del género humano. La gingivitis afecta aproximadamente al 50% de los niños en edad escolar, y más del 70% de la población adulta ha padecido gingivitis, periodontitis o ambas. Se piensa que la periodontitis es responsable de un 30 a un 35% de todas las extracciones dentarias, mientras que las caries y sus secuelas alcanzan un 50%.

La periodoncia es la especialidad que se encarga de tratar las enfermedades de las encías. La aparición del sarro y la no eliminación del mismo favorece la proliferación de placas bacterianas por debajo de la encía. Al desencadenarse un proceso inflamatorio en respuesta a la infección, se produce la gingivitis, que, si no es tratada a tiempo o de forma correcta puede empeorar y convertirse en periodontitis, la fase más grave de este tipo de enfermedades. Por otra parte, la cirugía mucogingival es la intervención más habitual para cuidar la estética de las encías.

La proliferación de este tipo de enfermedades sumada al creciente interés por mantener la estética y la salud bucal ha provocado un aumento en la demanda de este tipo de tratamientos. Para ello, el especialista debe contar con un perfil concreto, adaptando sus conocimientos a las nuevas necesidades y exigencias, a la vez que hace uso de la última tecnología desarrollada en este siglo.

 

El perfil del periodoncista en el contexto actual

Los nuevos escenarios en el campo de la periodoncia obligan a los profesionales a adaptarse de forma constante y progresiva, adaptándose a las necesidades actuales de los pacientes. Por ello, los odontólogos del siglo XXI deben conocer y dominar las siguientes competencias:

 

    • Tener amplio conocimiento sobre la anatomía macroscópica del periodonto, los maxilares y los tejidos anejos, además de ser capaz de aplicar la teoría en el diagnóstico y tratamiento.

 

    • Ser capaz de realizar la historia clínica pre-quirúrgica, interacciones farmacológicas y técnicas radiológicas para el diagnóstico.

 

    • Facultad para saber realizar una exploración periodontal, así como interpretar una serie periapical completa con técnica de paralelismo.

 

    • Conocer los diferentes medios diagnósticos para el estudio del paciente susceptible de ser rehabilitado con implantes.

 

    • Tener capacidad para informar y motivar al paciente sobre el uso de los diferentes métodos de control de la placa bacteriana, con el objetivo de prevenir la aparición de enfermedades de las encías.

 

    • Definir los mecanismos biológicos óseos en la regeneración ósea guiada.

 

    • Aptitud para realizar técnicas quirúrgicas de elevación sinusal, injertos óseos de rama y sínfisis mandibulares.

 

    • Realizar procedimientos regenerativos tras la exodoncia de dientes incluidos que hayan afectado la inserción periodontal.

 

    • Capacidad para aplicar las diferentes técnicas de manejo de tejidos blandos para su utilización durante las cirugías implantológicas y regenerativas.

 

    • Disposición para interrelacionar la periodoncia con las patologías médicas del paciente y el resto de las especialidades odontológicas.

 

Del mismo modo, resulta conveniente que el profesional especialista esté ampliamente formado y capacitado en aspectos fundamentales como son la regeneración periodontal, la cirugía reconstructiva y correctora, los autoinjertos y colgajos desplazados para el recubrimiento radicular, las técnicas bilaminares para el recubrimiento radicular, la osteointegración, la periimplantitis,, el uso del láser y los tratamientos no quirúrgicos, entre otros.

En el pasado, este tipo de técnicas quirúrgicas estaban reservadas para las clases pudientes. No obstante, en los últimos años, la periodoncia ha sufrido enormes cambios. Cada vez son más los pacientes que acuden a las clínicas dentales buscando tratamientos que restablezcan, no sólo desde un punto de vista funcional sino también desde un punto de vista estético, las condiciones óptimas de la salud bucal. La periodoncia no está al margen de estas demandas y, junto con la Implantología, está inmersa en un profundo cambio de paradigmas terapéuticos que requieren una mayor formación y especialización por parte de los profesionales.

 

Fuente: CEU Universidad Cardenal Herrera