No solo la caries representa un problema de salud bucal, también existen afecciones de la encía y hueso como la gingivitis y periodontitis que pueden tener graves consecuencias para la salud en general. La doctora Lorena Cabrera del Programa de Salud Bucal de Fundación Visión explica que la visita al odontólogo no debería ser dolorosa si se acude al menos dos veces al año para la detección temprana de problemas dentales y que pueden solucionarse con procedimientos poco invasivos.
La doctora Lorena Cabrera, directora del Programa de Salud Bucal de Fundación Visión explica que entre el 60% y el 90% de los escolares y casi el 100% de los adultos tienen caries, según cifras de la OMS.
“Nuestros dientes son más importantes para nuestro organismo de lo que muchas veces creemos, ya que son los que nos permiten masticar los alimentos con los cuales nos nutrimos. Pero además de eso, también afectan positiva o negativamente nuestra estética; y ni que hablar de los malestares a nivel físico que pueden acarrear las dolencias dentales”.
Destacó que no se da el valor que realmente tiene contar con una salud bucal y muestra de ello son las cifras de la OMS.
“Probablemente esto se deba a que tenemos poco conocimiento acerca de las consecuencias de una mala salud oral. Vivimos en una sociedad que nunca abre un paraguas dentro de la casa por precaución, porque dicen que es de ‘mala suerte’, o que le pone moringa a su tereré para ‘prevenir enfermedades’, pero que al mismo tiempo continúa obviando el cepillado dental, evitando el uso de hilo dental y huyendo de la consulta con el odontólogo”, señaló.
Existen tres principales peligros cuando se deja pasar los cuidados de la boca, advierte la profesional ya que mucha gente cree que la única consecuencia de una mala salud bucal es la pérdida de dientes.
“La mayoría de las personas ven a los dientes como una parte meramente estética del cuerpo. Tal es así que, en ciertas zonas rurales, perder una pieza dental no tiene ningún efecto y en zonas urbanas, la pérdida de un diente solamente es un problema si se trata de una pieza de adelante. Sin embargo, existen otras consecuencias además de las estéticas”, agregó Cabrera.
La pérdida de dientes puede causar desde dificultad para hablar y, por ende, para comunicarse adecuadamente, imposibilita la masticación correcta lo que lleva a un trabajo extra al resto del sistema digestivo y esto se traduce en problemas estomacales.
Cabrera indicó que también, la falta de una pieza dental puede llevar a la lesión de la encía al consumir alimentos y si esto es recurrente en el mismo lugar puede causar una inflamación crónica, infecciones por bacterias e incluso aumentar el riesgo de padecer cáncer oral.
“Si bien la caries son, quizás, el mayor problema de salud oral de la población en general, en realidad éste no es lo único que se puede manifestar. Existen ciertas afecciones de la encía y hueso (gingivitis y periodontitis) que pueden tener graves consecuencias para la salud”, agregó.
Además, las consecuencias más graves se dan cuando los pacientes tienen un diente necrosado (podrido o pudriéndose) que ya no causa dolor, y por ello éste no tienen prisa en realizarse la extracción; estos dientes son focos de infección ya que son una puerta abierta para que las infecciones lleguen a la sangre o torrente sanguíneo y puede causar problemas graves como una endocarditis bacteriana que es una infección del corazón o una angina de Ludwig, que pueden ser fatales.
El miedo, la principal barrera
Cabrera explicó que en una encuesta realizada en la Fundación Visión, se pudo determinar que la principal razón por la que la gente no acude al dentista es por miedo y la segunda porque no sienten dolores ni molestias.
“Lamentablemente, en general la visita al odontólogo se asocia al dolor, porque la gente está acostumbrada a consultar solamente por
urgencias, por un diente que duele mucho, por una cara hinchada o por una fractura dental después de sufrir un accidente. Y en estos casos tienen razón, ya que durante estos procedimientos sentimos mucho dolor, como mínimo, mientras nos ponen la anestesia. Pero esto no es lo habitual”, aclaró la profesional.
Indicó que la no necesariamente la consulta debe ser dolorosa. Si la visita al odontólogo al menos dos veces al año, este podrá detectar las caries en su primera etapa y realizará solo procedimientos mínimamente invasivos, totalmente indoloros, mucho más rápidos y más efectivos que además de todos los beneficios el paciente goza de una boca sana, linda, sin dolores, molestias ni olores.
Cabrera puntualizó que el odontólogo también es capaz de detectar fallas en el cepillado y acompañar en el proceso de aprendizaje para que la limpieza de la boca sea la correcta manteniendo así los dientes, encías y cuerpo sanos.
Fuente: www.hoy.com.py