Hasta un 30% de los niños menores de tres años y un 40% de los niños menores de seis tienen caries de aparición temprana, por lo que se recomienda evitar el biberón con líquidos azucarados y se sugiere que la lactancia materna por la noche sea a demanda, tal y como ha trasladado la doctora Paloma Pérez en Málaga, en la mesa redonda sobre Odontopediatría del 32 Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria.
Estas son las conclusiones más importantes extraidas de esta cita:
Los niños deberían acudir al odontopediatra al cumplir el primer año de edad, sobre todo para sentar las bases preventivas que pueden minimizar caries y numerosas patologías. El recambio dentario comienza a los 6 años y es un momento crítico. Tres de cada 10 niños padecen de hipomineralización incisivo molar. Para detectarla es necesaria una buena exploración con luz adecuada. En estos casos es necesario tomar medidas preventivas para que el problema no degenere en caries. En estas exploraciones también hay que tener en cuenta que no detectar caries no quiere decir que no existan, ya que puede ser interproximales, es decir, entre los dientes y por tanto no apreciarse a simple vista y habría que tomar radiografías para comprobarlo.
Hasta un 40% de los niños en edad preescolar ha sufrido en algún momento un traumatismo dental. En el caso de luxación –pérdida de la pieza- de un diente temporal, este nunca se debe reimplantar ya que la anquilosis o fusión del diente con el hueso es bastante frecuente y obligaría a una extracción más complicada.
En el caso de los dientes permanentes, es fundamental acudir rápidamente al odontopediatra, si es posible con el diente, sin manipular y transportado si se puede en leche o agua. Será el profesional quien lo limpiará. Lo adecuado es reimplantarlo antes de los 20 minutos siguientes al incidente pero no hay que descartar de entrada esa posibilidad aunque haya transcurrido más tiempo.
Conviene supervisar el cepillado dental de los niños hasta los 10 años de edad que no debe durar menos de dos minutos para eliminar toda la placa bacteriana. Es muy recomendable el uso de pastillas reveladoras de placa que son útiles para que los niños aprendan, a modo de juego, a cepillarse bien. El cepillado más importante es el de la noche que evita que el esmalte de los dientes se deteriore por la acumulación de la placa. Además, durante las horas de sueño hay un cambio de Ph en la saliva que favorece la actividad bacteriana y, con ello, la aparición de las caries. Respecto a la elección entre cepillo manual o eléctrico lo más importante no es tanto el tipo sino su uso. El eléctrico también hay que moverlo y angularlo en contra de lo que muchas personas piensan.