El menor uso de antibióticos en la práctica odontológica no muestra un aumento en los casos de endocarditis. Esa es la conclusión a la que ha llegado un grupo de investigadores del Karolinska Institutet (Suecia) y del que ha dado cuenta en un estudio publicado recientemente en la revista Clinical Infectious Diseases.

Tal y como recoge la publicación Medical Express, según los autores, la endocarditis infecciosa es una enfermedad rara, pero potencialmente mortal, que afecta a unas 500 personas al año en Suecia.

El país nórdico es uno de los pocos estados europeos, junto con Reino Unido, que ha eliminado la recomendación de administrar antibióticos profilácticos en los procedimientos dentales a las personas con mayor riesgo de endocarditis. En el caso sueco, esta decisión se sustentaba en la falta de pruebas sobre la necesidad real de la prescripción de estos medicamentos, así como en la necesidad de reducir su uso para prevenir la resistencia a los antibióticos.

Las personas con mayor riesgo de endocarditis infecciosa en Suecia solían recibir amoxicilina como paso previo en procedimientos dentales como las extracciones, el raspado y la cirugía. Y, según muestra el estudio, desde que se eliminó la recomendación en el año 2012 no se ha producido un aumento de esta enfermedad.

Pequeñas variaciones en la morbilidad

«Solo observamos pequeñas variaciones estadísticamente no significativas en la morbilidad, nada que indique un aumento de esta infección en el grupo de riesgo desde 2012», afirma Niko Vähäsarja, autor del estudio, odontólogo y estudiante de doctorado del Departamento de Medicina Dental del Karolinska Institutet. «Nuestro estudio apoya, por tanto, el cambio de recomendación. Se trata de una cuestión debatida a nivel internacional y Suecia y el Reino Unido son los únicos países de Europa que restringen el uso de antibióticos de este modo.»

«El siguiente paso -continúa el autor- es examinar a qué procedimientos odontológicos se sometieron los individuos del grupo de riesgo durante el periodo 2008-2018, ya que es una información de la que carecemos y podría añadirse a nuestro conocimiento de lo que hasta la fecha es un tema poco estudiado. Esto y el estudio que acabamos de publicar podrían suponer cambios de recomendación similares en otros países, lo que derivaría en una reducción del uso de antibióticos».

El estudio se llevó a cabo entre 2008 y 2018 sobre 76.762 individuos de alto riesgo y 396.048 individuos de bajo riesgo de endocarditis infecciosa.

Fuente: Medical Express
Estudio: Clinical Infectious Diseases

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