• 07 de Ene, 2020

Un equipo de investigadores encabezado por Theis Z. T. Jensen y Jonas Niemann, de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), ha logrado obtener ADN humano y de bacterias, virus, alimentos y otros restos orgánicos a partir de una resina que supuestamente fue masticada hace casi 6.000 años por una joven. Se trata de un resto de resina de abedul hallado en un yacimiento del sur de Dinamarca, un material que se obtenía de la corteza de este árbol y que en el Paleolítico se usaba como adhesivo para herramientas. En muchos casos aparecen marcas dentales en estas resinas, por lo que se piensa que quizá se masticaban para facilitar su manipulación o incluso como remedio para afecciones bucales, dadas sus propiedades antisépticas y antibacterianas.

El análisis de esta resina, en este caso, ha permitido identificar no solo los rasgos genéticos de quien la masticó sino de otras materias orgánicas presentes en su boca en ese momento. Según el trabajo publicado en diciembre por los investigadores en Nature Communications, a partir de los restos conservados en la resina se ha podido secuenciar no solo el genoma completo de la joven y su vinculación con las poblaciones humanas en el centro de Europa en esa época, sino el genoma de microorganismos bucales.

Entre estos organismos destacaban bacterias comensales, como Neisseria subflava, pero también patógenas, como Porphyromonas gingivalis y Treponema denticola, lo que es muestra de que la joven sufría periodontitis y de que quizá empleaba la resina como calmante. También se han encontrado rastros del virus de Epstein-Barr, así como material genético de origen animal (de un ánade real) y de vegetales (avellanas). La secuenciación de este genoma ha sido posible gracias a la existencia de nuevas herramientas de análisis genético que han permitido recuperar mucha más información de restos fósiles que la que se venía recuperando hasta hace poco.